Te digo, Bonita e imprescindible, Esnedy
He leído tus textos sin preguntarme algo singular. No los he visto con el sesgo de algún concepto. Sesgo, porque los conceptos no están en estas lindes, sin embargo, puede que mi manera de ser no los deje siempre por fuera. Diría que mi racionalidad académica se ocultó y que ahora trabaja lo sensible.
Llevamos tan poco tiempo, pero ha sido tanto el recorrido histórico, la manera en la que probablemente nuestras palabras se materializan; son la prueba de lo que está pendiente, más de lo conocido del otro. La historia dibuja una trama poco conocida por mí, poco conocida por ti. La historia sólo podremos verla cuando los siete futuros existan. Aunque, he pensado que no se necesitan de siete fututos, únicamente el que ha de ser. No la especulación por el concepto del tiempo, no la cercanía por una metafísica sobre coincidencias. O la negación de lo incognito como si se tratara de un universo aún no descubierto. La utopía sirve para saber que no la encontraremos. No quiero una utopía, no quiero idealismos, preciso de materialización de mi vida y mi pensamiento, de mi compromiso. Esa precisión puede no estar en un marco de lo conocido, simplemente no soy perfecto. También yerro, pero por lo mismo aprendo. Hay muchas cosas que hice y aquí me tienes, en este presente no en tu futuro. Exclusivamente quiero una oportunidad, porque si perdiera el año no habría como repetirlo. Por eso no quiero irme, quiero elegirte cuando ya me hayas elegido porque te elegí, porque nos elegimos.
Si hay una trama caprichosa sobre nosotros, sobre nuestros sueños, sobre la aventura de encontrarnos, es porque hay una superficie suave por la que esperamos que el otro transite. Le llamo una fuente de luz, de lucidez. La curiosidad viene de esa luz, de la que conozco tan poco por esta distancia, pero que quisiera tener cerca, porque prácticamente es evidente cuando nos hemos visto a lo lejos. Haces vivir mis manos, le has devuelto la voluntad a mi cuerpo parta despertar, para no querer que se acabe el tiempo, para que no llegue la hora en la que me pides ir a dormir, por una razón, es que no estas cerca.
Y directamente puedo decir que diría a los pesimistas, contradictores, optimistas, que hay una razón, sin más, una. Que he encontrado en esa razón de no ser quien fui, sino de ser yo quien quiero ser, en una condición de incompleto, para no faltar a ese todo frágil que se puede fabricar con nuestras letras. Ese ser que quiero, puede no ser aceptado o sí. Les diría que hay una vehemencia con la que los elementos de ésta versión no buscan lo recurrente; aceptan el azar, se componen de su singularidad apuntando a una universalidad. Esa sería mi manera de responderles a su “peros”, obtusos sin conocer quien me deja ingresar en sus sueños. La razón es muy sencilla.
Y te diría a ti,
Que me quedo a trabajar en esta iniciativa de totalidad, no estoy de visita.
Que mis noches son una apuesta por saber de ti, para ganar una de nuestras reglas.
Que dejaré llegar a los humanos que nos den unidad.
Que me quedo para que lo incierto este superado por nuestro presente.
Que la dicotomía de la verdad y la mentira se supere por otra regla nuestra.
Que, para mí, toda incertidumbre es una condición de posibilidad por la lucidez que la vislumbraría como alternativa a un entusiasmo de tensión.
Que cada insuficiencia que tenga sea el arreglo a una nueva visión, un nuevo aprender.
Que me quedo para que la soledad sea la elucubración de un ejercicio como el que lees, así te acompaño con más que mi presencia, así como lo he dicho, me revivirás en ti.
Que me quedo por ser el lugar que te de resguardo y seguridad, calidez y espontaneidad, libertad y responsabilidad, identidad e insumisión.
Te digo con toda la franqueza, que lo que implica quedarme en mi elección por ti, es la decisión sencillamente extraordinaria que estoy construyendo con mi sabiduría.
DPG
31 de julio de 2020
PD. Lo olvidaba, la razón eres tú, pero a los pesimistas, contradictores, optimistas, no lo entenderían como yo. Al igual que cada línea, cada letra, cada símbolo organizado no me pertenecen a mí, sino a ti.
Amor por amor y confianza por confianza.
0 comentarios:
Publicar un comentario