viernes, 11 de diciembre de 2020

lo humano

 

La imagen del mundo en la que nos encontramos sin un camino seguro que daría con nosotros es una imagen de lo humano. Pero hay tantas imágenes en una sociedad que no sé cuál sea la verdadera imagen de lo humano. Distintas personas sostienen una imagen de lo humano. Yo veo tu humanidad a través de esas letras, esas frases, algunas imágenes y la voz de tus mensajes, a través, de tus preparaciones de clase y ánimos por terminar un sinfín de tareas.

 La imagen de lo humano que tenemos es más cercana de lo que parece, aunque yo haya desistido de cambiar lo social en consideración de lo humano. No soy un lector asiduo de la crítica como forma, sino, de la crítica como manera de comprender, tan así que la crítica misma me ha hecho replantear cosas de lo humano. Pero yo veo en tus preguntas, en tus respuestas lo humano, lo escucho en esa vocecita, al otro lado de la pantalla. Una risa con la que quiero saber que más encierra esa vocecita, que me deseó buenas noches.

 Hoy entrego esperanzas a lo humano, a lo humano que soy y a la palabra misma que hace mucho tiempo consideré en responder como un adjetivo o un calificativo que sólo lo soporta la teoría. A la teoría yo la respeto, a la praxis, le temo aún. El abanico de lo humano me ha dado una respuesta que no ha sido la mejor. Ahora tú, apareces de la forma más insospechada de todas. Y me digo a mi mismo, nunca debió ser posible presuponer la existencia de lo humano, hasta que pudiera conocerte. Por qué podrías preguntar. Hay una dialéctica que Hegel concebía, pero su incapacidad de materialista no lo dejo ver, o tal vez porque no supo de tu existencia. (lenguaje, pensamiento, realidad). Y aunque la haya postulado alguien más y yo no, ahora mismo la comprendo por el concepto de Hegel sobre conocer.

 

Gracias infinitas, o totales como dice uno de mis favoritos, por dejarme conocerte.