déjà vu
Es la primera vez que cito, lo que se encuentra debajo de tu piel. Como también la lectura para construir vinculo. Ella camina unos pasos para acomodarse en la habitación, mientras narro el desenlace de un trabajo literario. Snedy me dice –lo que me parece con asombro– que ya conocía la respuesta. Esta cómoda, pero confundida.
-acabo de tener un déjà vu. Ya conocía el final de la novela porque ya me lo habías contado.
No supe qué decirle, al parecer el silencio también tiene una regla.
-ya nos habíamos encontrado. –Me dijo–
-llegue para no irme. –respondí–
Todo sí
Cada mañana, tarde y noche te encuentro, como se descubre en el tiempo lo maravilloso
Cada mañana, en definitiva, siento la elección
Cada tarde, con contundencia percibo la aceptación
Cada noche, me das el ganar el siguiente día
Cada día has dicho, todo sí
Con tu mirada dices, sí
Con tu gracia dices, todo
Cada noche entrego el brío de la felicidad
Cada tarde ofrezco la confianza
Cada mañana tienes mi mente
Cada día te quiero junto a mi
Quiero el vamos a todo, sí.
escuchando
Después de un largo tiempo, lograron verse. El tomó la iniciativa, porque la confianza así lo permite, y le dijo.
-te tengo un secreto.
-Ah, ¿sí? ¿De qué se trata?
-Sé con seguridad que eres el amor de mi vida.
-Pero eso es una construcción social de una tradición. –Ella respondió–.
-Lo sé. Sucede, que lo voy hacer todos los días para que acontezca.
Carta
Snedy Bonita mía
Te escribo porque estoy hecho de ideas.
He leído cada una de tus cartas nuevamente, cada línea que escribes en ellas. Me parece increíble que una persona como yo pueda tener la oportunidad de saber de ti. Soy un hombre sencillo. No dispongo de mucho intelecto y condiciones materiales, sólo de pasión por la curiosidad como un proyecto infinito. Las ansias de perfección no han muerto, pero están en extremo cuidado... tú me has devuelto la esperanza, la alegría, la felicidad de ser yo. Aunque por cierto no sé si lo merezca.
Te confieso que he llorado, he aprendido que eso de aparentar o de ocultar lo que se siente, termina siendo más peligroso. No lo cuento para que sepas, cómo una instancia. Sólo para que me conozcas como la máxima. Porqué, te lo podrías preguntar. Pues bien, siento que falle, que me falle y que te hice sentir ese fallo. Mi lagrimas son una mezcla, agradable y confusa de lo que siento. Siento algo por ti como no lo había sentido. Me siento dichoso de haberte conocido, pero también tengo miedos. Yo espero que esos miedos se desprendan con el tiempo.
¿Porque miedo? es sencillo. Aunque fui lastimado en el pasado, ahora sé que no me he enamorado.
No te escribo para que al enterarte te asustes. Sé que te irás en algún momento a Río Negro, el perfecto Río Negro, así que ese fin de semana que te vayas, llévame. Si es entre semana, espérame el sábado. Allí estaré con un regalo, ser yo.
DPG
6 de agosto de 2020.
PD.
si te lo parece y hay algo de melancolía que surge en esta carta, es por qué, sí, estaba llorando. Me aterra pensar que te llegue a lastimar. Eres la mujer más hermosa de este mundo, la mujer más bella que por alguna razón he tenido la posibilidad y la fortuna de llegar a conocer, así que no me dejes. Elígenos.
0 comentarios:
Publicar un comentario