sábado, 29 de agosto de 2020

más del tiempo

 

Bonita, imprescindible y Querida Snedy.

Espero que estas palabras que se construyen de a poco, con cada intento de que se sean mejor a las anteriores, lleguen como vehículos que llevan mi pensamiento más querido hacia ti. Esta es una comunicación que irreductiblemente, alude a quien en un inicio te buscó, que con el paso de los días has visto. Te cuento, que en las últimas horas que han transcurrido de mi vida, se ha hecho posible escribir con mayor fluidez. A decir verdad, siento que la experiencia es un acto de cultivo natural por un desarrollo productivo. Me refiero como posible, porque literalmente no hay complejidad para que mis manos inicien y prosigan con mi pensamiento, como si fuera un ejercicio que ansía por encontrarte.

Por otro lado, hay un material de lectura al cual no me puedo enfrentar con método o teoría. Son tus textos, que para mí son las respuestas planteadas sin propuesta. Al leer cada texto, que has construido, quisiera citarte de la mejor manera, pero mi capacidad y egoísmo me lo impide. Considero a la vez que, si lo hago público, es porque es un honor y distinción, que la mujer que eres, dedique su tiempo, sus células grises y su sensibilidad a mí. Es decir, no te cito totalmente porque quiero esos versos sólo para mí. Y si los he hecho públicos es porque el agrado para mí mismo a través de ti, no es tan egoísta.

Hay un momento excepcional porque provocas sensaciones, sentimientos y pensamientos variadospor cada verso tuyo. Porque son nuevos en el universo estilístico. Pero sobre todo el ingresar en un intercambio de ideas que no tienen pretensión de mi validez. Que otras son discusiones bizantinas, o que no son para un debate. Todo lo que sé de ti es una potencia de mi pensamiento y una afirmación de tu voz por su contenido. Cómo no sucumbir ante la humanidad que se expresa con sonrisas y aplausos. Con la palabra contundente que no está en mis vocablos más usados. Pocos lemas están en mi vida y tu respuesta de cada día le dan mayor semántica de la que yo podría haberles otorgado.

“Intenta poner al tiempo de tu parte en todas las cosas”.  “Así va, un día a la vez".

“Todo llega a su tiempo para quien sabe esperar”. “Quédate sin que yo lo diga”

Sigo siempre con mi pregunta por el tiempo. Tu eres el tiempo. Demándame el tiempo porque estoy y no me voy. Porque, aunque no lo parezca hay algo más que estas apariencias que se extinguirán en algún momento. Porque lo que conecta como lo escribiste es más que lo físico. Tu eres tiempo y tu silencio parece que funcionara de acuerdo a alguna regla del arte. Es decir, el silencio es potencia de lo que no se ha dicho. Pero tampoco es un asunto presuroso de sonidos.

Podría sentirse cuando en lo sucesivo se afirma la objetividad de posiblemente justificar un juicio. Tu podrías desconfiar de mis observaciones de belleza, inteligencia, rectitud, ímpetu, compromiso y entusiasmo, y me acusarías por mi imaginación a crear invenciones de lo inexistente. Sin embargo, no hay equivocación, eres hermosa, dulce, sabia y de entrega a tu espíritu. Eres la oportunidad irresuelta del tiempo.

Quiero que sepas, que aún me inquieta saber de ti. Por ahora espero que los días se hagan cortos para cuando el suceso de un encuentro ocurra y el tiempo se prolongue tanto es ese instante, para que no llegue el momento de la despedida. Que podamos tener un diálogo que nos haga sentir bien. Que sea parte de la tranquilidad y lo recíproco de la confianza. Y que sea un momento que de satisfacción.

Espero que el tiempo haga lo posible para seguir tu presencia.

Ansío verte pronto.

Con todo mi cariño, Snedy querida,

H.

29 de agosto de 2020

 

PD. Así que, si el tiempo me da por los puntos, seguiré en camino hacia la olla arrocera que surgió en la conversación de hace tantos días.

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