¿Quieres saber, porque considero que eres la mujer más bonita que he conocido?
No puedo listar una serie de concatenaciones. A lo sumo puedo tratar de decirte cuales son los motivos que me llevan a pensar de tal manera.
Te entrego una imagen intensamente personal por el refuerzo de contar como es mi pensamiento. Quiero que encuentres esta nota, sin “arandelas”, sin criterios académicos, y una suerte de ruta de lo que me haces sentir. Porque quiero conservar esta imagen fiel de manera frecuente cada vez, que mi mente te tenga, detrás del tiempo y la influencia de la melodía.
Todo lo que eres, es lo que veo y lo que tengo. Tu manera de sonreír, de hacer bromas y molestar conmigo o de mí. El silencio que anhelo en tu presencia. La lucidez de tus enunciados. La elocuencia de tus letras. La claridad de tus líneas. La felicidad que expresas. La tranquilidad que deseas. La capacidad para hacerme pensar, para que yo pueda transitar sin límites, sin la gaseosidad que todo vale. Incluso en mis faltas das todo de ti. Incluso en tus quejas me elijes. Incluso con sólo haberme visto una vez, no dudaste, no reiniciaste.
Rebanas el tiempo como si no tuviese sentido. En la continuidad de los días, parece que se pierde el horizonte de las mañanas. Hay un día eterno desde que hablo contigo, que día tan eterno que no quiero uno nuevo. Quiero siempre el mismo, en el que estás conmigo. Sigues cada día como el primero, sin que yo tuviera el poder de alargarlo. Provocas melodías variadas que no he realizado, capaces de cautivar un enunciado. Te hablo a través de la música porque es una gramática. Te expreso letras como si fueran tonos de papel.
Por cada gesto y cada lugar que no nos ha tenido juntos, por la luz que existe cuando apareces. Por la sombra que cobija el pensamiento del descanso que persiste en desaparecer, cuando sueño que me estas llamando. Quedan relegadas las teorías de las ciencias humanas, el diseño, el arte y las gaseosidades emprendidas. Quedan atrás tantas distinciones inútiles, por tu voto de confianza para cada acción que se emprende sin obligación, que pulsan en el terreno de ofrecer que hace destacar el aspecto de cómo nos vemos sin que nos miremos.
Por todo y lo que aún me falta saber.
Humanista
17 de agosto de 2020
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