domingo, 9 de agosto de 2020

Soy la sensación que tiene nombre

Soy la sensación de Jack*, 

que provocaste, 

bonita e imprescindible Snedy.

 

Cuando el misterio es demasiado impresionante,

 es imposible desobedecer. 

Antoine de Saint Exupery

 

No tengo medidas, tal vez nuca llegue a ser de alguna materia, pero eso no significa que no exista. Soy tangible. Los días han sido cortos como para saber cómo puede llamarme. No te preocupes, aunque estén separados encontrará la forma de verte y no sé si pueda usar la palabra mantenerte segura, no solamente lo considera. La consideración es para que yo simplemente no desaparezca, como un espejismo. O una aceptación de lo inesperado, es decir, la consideración es para mí también.

Te sorprendería todo lo que sé y todo lo que ignoro. No sé qué hay que aprender después de todo, en la escuela él no asistió a nada sobre esto, así que yo tampoco lo puedo saber. Pero de seguro lo que puedo con seguridad decir, es que Jack, encuentra en tu rostro las contradicciones de los cánones. Encuentra en los cánones la fuga de no saber cuál es la exaltación de la belleza. El desafío de capturar tu expresión y tus gestos están en una motivación aún mayor que los cánones. Piensa en la fotografía como aquello que acerca tu mirada, que puede repetirse al verla y que es una doctrina del cielo. Seducirte gradualmente puede ser su “plan”. En realidad, soy quien estaría en ese estado. Pero no complacería su carne solamente. Complacería el espíritu. Complacería la entrega de lo ignoto y lo impoluto.

Snedy, no te asustes, está expuesto con mucha claridad y honestidad. Soy por un lado quien lo entusiasma a querer una mujer hermosa, de conocimientos rigurosos y prodigiosos, de sinceridades interminables, de la sorprendente calma, de mirada profunda, de gustos enigmáticos, de mayores criterios académicos. La otra parte es el mismo. Quisiera que toda la responsabilidad fuese mía, que él te busque es suya. Yo existo desde que estas en su vida. De tal modo provocaré que se convierta en un estudiante de tu manera de ser y de tus silencios. Extrañaría el silencio, si lo que se avecinara fuese el sonido de no tenerte. La verdad, es que él no sabe que decir en ocasiones.

Al ser una sensación, emito lo que posiblemente hago ver como es, o no. Hago que vaya de un lado a otro como si en cada paso existiera lo vivido, pero no conseguido. Las similitudes con lo que su inconsciente tiene. Snedy, te has convertido en la materia en la que se producen sus sueños.

De pronto me siento incompetente. Lo que él te confiese, que aparece con la representación de sonidos, no significa mucho en el orden de lo universal, pero es lo mejor que puede brindar, cada vez será lo mejor, siempre por falta de que te sientas mejor, que él se sienta mejor, que ambos estén mejor. Es la satisfacción de dar respuestas ingeniosas. Es la manera en la que éste hombre podría probar quien es

Soy la sensación de Jack. Soy la sensación que recorre su mente y hace que al saber de ti no sepa que hacer, soy lo que le hace mirar al cielo y encuentra en ello la ventaja de lo que es eterno. Eres el centro del mundo en donde quiera que estas. Puede que nada traiga certezas, el ir despacio es para que yo medie para un encuentro ya pensado por ambos.

Te diré que soy la pasión intacta de Jack, porque tu, Snedy, eres su presencia real.

*Basado en hechos de la vida de la literatura llevada al cine. Referencia de fight club, novela escrita por Chuck Palahniuk (1996) y filme dirigido por David Fincher (1999). No tiene que ver mucho, la verdad habría que citar la parte en la que en una revista se escribe sobre Jack.

 

 DPG

9 de agosto de 2020

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