Si tuviera que hacer una pregunta. Iniciaría con un silencio.
Usaría palabras en tres idiomas distintos, por el sonido de la pronunciación. Construiría las palabras para proclamar a modo de interrogación. Pero con cada palabra habría un silencio, no una pausa.
No bastaría un enorme arsenal de adjetivos, buscados con precisión para describir lo que se pretende con la pregunta.
No sería sufriente con plasmar la belleza de la rima, así fuera soneto, consonante o asonante, la composición onírica como manifiesto de alegría. No alcanzaría el discurso preciso, nada alegórico, o con alguna metáfora que de indicios de verdad.
Los humanistas como yo, saben que una pregunta genera universos de interpretación y de especulación, pero ésta pregunta sólo generaría la oportunidad de compartir espacio, tiempo y crear vinculo.
No obtendría la hondura de una promesa por más sincera que sea mi voz, si mis actos no han sido consecuentes.
Mi pregunta que inicia con un silencio, es para dar entrada, es para verte y guardar en mi mente el exacto y preciso gesto que puedas tener. Mi pregunta se inclina por actos cotidianos, una conversación con más risas, comer chocolatinas, pasear sin afanes, hablar de un proyecto y no de fantasías, aunque la fantasía armonice el proyecto.
Mi pregunta, es por si veo tus lágrimas, es porque estaré para que sean de alegría, y cuando sean de tristeza, para atenderlas de la mejor manera, al tomar tu rostro con delicadeza y que sepas que apoyo todo lo que decidas.
Mi pregunta sería para que, en el momento del enojo o la frustración, cuando no salgan las cosas como planeas yo pueda escuchar tus anhelos, y ayudarte a superar el enfado.
Mi pregunta inicia con el silencio porque aguardo a conocerte más tiempo, más días. porque quiero tu belleza única. Oír tus palabras con la verdad, la honestidad y sinceridad que me has dado a saber.
¿Me dices la verdad? Es una pregunta innecesaria así parezca implícita, en mi pregunta. Tu verdad le ha dado a mi alma el vestigio del tiempo que le dan las letras al sentir.
Tu Humanista
27 de octubre de 2020
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