Querida Snedy
Te escribo estas letras con la ilusión de que lleguen a ser leídas.
Te he pensado mucho desde la última vez que nos escribimos. He pensado todos los días en ti y en tu decisión. Aún no entiendo. No sé lo qué pasa por tu mente.
He pensado en tu voz, tu sonrisa, tus gestos y muchas de las palabras que dijiste en alguna ovación.
He anhelado un saludo tuyo para animar el ennui de los días. He imaginado saber de ti, poder hablarte. No quiero interrumpirte y molestar para que te alejes.
Sé que no nos conocemos mucho, y que el tiempo fue poco para hacerlo. Te admiro por cada batalla que has logrado superar, por el deseo de saber que tienes, porque los detalles de ti que no sé. Porque tú carácter y paciencia son decididos. En ti hay una bondad que respeto y tú quisiera cerca.
No me gustas sólo por tus ojos, sino por la forma en que miras el mundo; no me gustas sólo por tu voz, sino por las palabras a las que le das vida; no me gustas sólo por tu risa, sino por la alegría que brota de ti.
Así que, querida Snedy, he querido escribirte estas letras para decirte que te extraño y que espero saber de ti en algún momento.
DavPG
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