He pensado que es necesaria una justificación que reivindique las líneas que has leído. Lo usual, de seguro, no es recibir un texto como el que envíe hace tanto tiempo. Para tener en cuenta, casi, por un instante, no sé si lo escrito se encuentre en un juicio de que tan bien o mal sea.
Sé que puede ser una carta de esas que rara vez, alguien se atreve con cierto valor o valentía a enviar. La verdad, sólo puedo agradecer el tiempo que has tomado para leer, para acompañarme, para pensar en lo que alguna ves enunciaste como “en otros términos”, también para darme una repuesta con el silencio, ese mismo que no conozco y que un crítico preguntaría por su constitución en el lenguaje; la espera que enuncia un cuento que me contabas; unas buenas noches y los buenos días que quisiera oír más seguirlo ahora. Yo lamentablemente soy un hombre modesto, que prefiere tratar de saber de ti en la medida que lo prefieras, que en última instancia, no espera una respuesta porque la misma se da en no tenerse. En aguardar y en extrañarte. Siempre he valorado lo que me dices y más tú sinceridad. He pensado tanto en ti desde siempre pero aún no sé qué hacer porque te encuentro lejana. Quisiera provocar algo que te ratifique que estoy y quisiera saber que tú estás con el paso de
Los vientos y las retos a todo convencionalismos
Incitaré al lenguaje por contarte aún de mí y que esto no sucede ya muy seguido y que sé que eres la única mujer que ha cambiado mi manera por la cual quiero escribir.
Empecé a escribir para que supieras quien soy, con la pretensión y objetivo que lo hacia. Hoy no puedo comprender como un entusiasmo se apoderó de mis manos, como ahora, pero pareciese que arriesgarme a la escritura es un buen ejercicio que no había considerado. Todo texto fue escrito y tuvo un resultado, que fue enviado y luego fue desechado para que nadie más lo leyera, para que fuera único e irrepetible, para que seas la única testigo de este sujeto que esta frente a ti en la distancia.
No considero ningún texto una pieza literaria, aunque quizá el contenido, de hecho, es muy inusual, como esperar una respuesta en una época que va por lo inmediato y no por buscar comprender al otro. La curiosidad me dio por saber de ti, pero hubo un objetivo que no se encontraba explicito. Lo implicado era provocar hacerte sentir especial en medio de la cotidianidad que nos rodea, en unos minutos en medio del infinito del tiempo.
Con mis más cordiales saludos,
DPG, tú querido humanista.
18 de febrero de 2021
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