Cuantos días se necesitan para un recuerdo,
Como si se empecinara el universo en hacerse aún más pequeño.
Cuantas horas son necesarias para una llamada,
Como si la señal no influyera.
Cuantas palabras para saber del otro,
Como el aguardar de la llegada.
Cuantas fotografías para verte en mis sueños,
Como si tu nombre provocara esos latidos cercanos al jazz.
Cuanta espera sin esperar un día soleado en que me despiertes.
¿Porque me olvidas??? ¿No me olvidas???
Cuantas madrugadas pensando en que escribir,
Especulando mi erudición y elocuencia.
Cuantas noches caminando, pensando en tu compañía,
Sintiendo el frio como si se avecinara un cálido saludo de buenas noches.
Cuantas dudas para tener certezas,
De mi de no saber quién soy, de lo que escribo y lo que digo a media voz y exclamaciones en las letras.
Cuantas estrellas encendidas para imaginar que ves la luna,
De una iluminación suave que la hace ver recortada.
Cuanto silencio para atestiguar tu voz.
Cuantos días han pasado para saber de ti,
Y aun me complico en llamarte, aguardo impaciente en el no saber si hacerlo, porque podría interrumpir.
Cuanto entusiasmo para que el cielo no se olvide de nosotros,
Y se conserve como testigo de la sinceridad.
Cuantas ilustraciones para sentarnos frente a frente,
En la dinámica variación del color.
Cuanta resistencia a un encuentro del tiempo,
Como si ya no tuviese la significación de la física.
Cuanto querer todo cuando lo infinito parece poco,
Pero sé que lo desconocido será enfrentado.
Cuantos latidos por palabra,
Para tener el modo de escribirte todo el tiempo.
Cuantas palabras por respiración,
Para que conozcas mis silencios.
Cuanta respiración para convertirse en suspiro.
Cuanto aprender para amar,
Como no amar este mundo si has aparecido tú en medio de la inmensidad.
Como no amar el mundo si tu inteligencia desborda cualquier inclinación intelectiva.
Como no amar este mundo ya que te conozco.
Como no seguirlo amando si me has dicho que te quieres quedar y no usas en ti un “ojalá”.
Como no amar el corto movimiento del mundo si llena mis días de ti.
Como no amar a este mundo cuando provoca toda incertidumbre y todas son útiles,
para que esto que lees este en tus manos.
Cuanta atención para imaginar cómo me hablas.
Cuantas opiniones para derrumbarlas con un silencio.
Cuantas sonrisas para que me mires fijamente.
Cuantas mentes interrumpidas y fatigadas por lo asombroso.
Cuantos días corrigiendo este texto, para que sea singular, solo tuyo querida Snedy,
pero con la intención universal que me inmortalice en tu mente.
¿Cuánto quieres que suceda algo?
Tu Humanista
02 de octubre de 2020
Pd. Hay entrega, sin saber cómo, ni cuándo, ni de dónde, verdaderamente sin dificultades ni jactancia: hay ésta entrega porque aprendí a hacerlo contigo y ya no hay otra manera porque la abrazo desde que estoy aquí.
0 comentarios:
Publicar un comentario